Porque tengo noble ancestro

"Porque tengo noble ancestro

de don Quijote y Quimbaya

hice una ruana antioqueña

de una capa castellana..."
                                           Bambuco de González y Macías

Ya he contado que tengo un abuelo paisa, concretamente mi abuelo paterno, Luis Eduardo Sánchez Valencia, a quien sus nietos decíamos “Papayoyo”. Con esos apellidos tan frecuentes no ha sido fácil trazar la genealogía porque se tropieza uno a cada rato con homónimos. He llegado a ver incluso parejas que se llaman igual tanto el hombre como la mujer, así que a menos que tenga forma de confirmar el dato con otra fuente, me resisto a incluirlos en el árbol.

Afortunadamente, de Antioquia hay mucha información y publicaciones. Pensemos no más en las Genealogías de Antioquia y Caldas, de Gabriel Arango Mejía. De hecho, hay tantos datos que uno debe concentrarse en un lugar geográfico para no perderse. Y he aquí el problema. Cuando en Antioquia quieres ir más allá del siglo XIX, es necesario recorrer toda la geografía porque precisamente los paisas de esa época eran de carácter andariego. Eso entre otras cosas se debía a que las familias eran tan numerosas que la tierra que poseían los padres no alcanzaba a garantizar la supervivencia de la siguiente generación completa. Heredaba el hijo mayor y si acaso el segundo. Los siguientes 12 o 13 (sí, así de prolíficos eran) agarraban sus motetes y se iban a buscar la vida en otro lugar. En el camino, iban fundando pueblos.

Gracias a los registros parroquiales de Marinilla, Antioquia, había podido llegar hasta los abuelos de mi abuelo, es decir, hasta mis tatarabuelos. Pero he dado un gran salto hacia arriba en el árbol por la línea materna de mi abuelo. Encontré muchas generaciones más. Lo logré gracias a un trabajo fantástico de recopilación de datos que lidera en Medellín el historiador Víctor Álvarez. Él está reuniendo en una sola base de datos toda la información de los individuos que ha encontrado en censos, registros eclesiásticos, testamentos, etc. De manera que si no está el antepasado que buscas en un registro, a lo mejor está en un protocolo notarial. Por si fuera poco, incluye no solo los municipios de Antioquia, sino de otros departamentos que antes pertenecían a éste. En algunos casos tiene datos de la tierra que cultivaban, si eran blancos, mestizos, cuarterones, etc.

Al hacer la búsqueda en esta gran base de datos me llevé la sorpresa de que mis ancestros paisas no venían de Marinilla solamente. Si seguía buscándolos ahí me iban a dar las trece. Los encontré en Aguadas (Caldas), Rionegro, La Ceja y El Santuario (Antioquia), principalmente.

En esta gráfica están algunos nombres de la rama materna de mi abuelo, es decir, de los Valencia Montoya. Añadí muchos más apellidos a la parentela: Giraldo, Duque,  Franco, Muñoz, Noreña, Cuartas, Ramírez, Martínez, Ospina, Henao, Barco, Ocampo, Osorio, Cardona, Campos, Quintero, Suárez, Vargas y Figueroa. El Duque llega aún más arriba en el árbol, hasta el mismísimo Juan Duque de Estrada, fundador de Marinilla. Es verdad eso de que a la larga todos somos primos.

En algunas ramas el árbol sigue creciendo hacia arriba, pero no todo cabe aquí. Por el momento, dejo esta información, la cual iré confirmando con registros eclesiásticos (ya sabiendo dónde y qué fecha buscar, la cosa se pone más fácil), así como con las historias familiares que logre reconstruir. 

FUENTES:

Base de datos de Víctor Álvarez M. Medellín, 2017.