Mi sexta abuela, niña expósita
Las casas de
expósitos eran una institución del Viejo Mundo que resolvía el problema de la
maternidad no deseada. La “exposición” de niños difería de los casos de
abandono en que la primera estaba socialmente aceptada e incluso regulada para
permitir a la madre “exponer” a su hijo sin ser vista ni identificada a las
puertas de las casas destinadas para ello, administradas normalmente por monjas
católicas.
En la Nueva
Granada, la costumbre de “exponer” niños no deseados se practicaba dejándolos
en las iglesias, a las puertas de personas principales, en los mismos despachos
parroquiales o en la casa del padre no reconocido. Hay quien dice que la
mayoría eran en realidad hijos de las mismas monjas o curas, quienes los
recogían de su puerta y podían criarlos como hijos expósitos aunque en realidad
eran propios.
Como estos niños
no tenían padres conocidos, se les asignaban apellidos como Tirado, De la Cruz,
De la Iglesia, y el más cruel de todos: Espósito.
A principios del
siglo XVIII, una niña expósita fue dejada a las puertas de la casa de habitación del abogado, ex-rector del
Colegio Mayor del Rosario y Deán de la Catedral de Cartagena de Indias don Sebastián
Carlos Pretel y Cid Cuadrado, quien la crió y educó en su propia casa. A la
niña le puso por nombre Ana María Jacinta Enciso, tal vez por la misma madre
del presbítero, doña Ana María Cid Cuadrado y Jiménez de Enciso.
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Foto de una pintura del Dr. Sebastián Carlos Pretel que se conserva en el Colegio Mayor del Rosario |
Este personaje
fue el que crió a Ana María Jacinta Enciso, a quien otorgó dote para casarse con don Mateo
Josef de Rivera Carrasquilla y Carmona, matrimonio que se efectuó el 8 de junio
de 1743. Ana María murió pocos años después, en noviembre de 1747, pero dejó
descendencia: Mauricio, Andrea y Rafaela de Rivera Carrasquilla y Enciso. En
las siguientes generaciones se prescindió del Rivera y hoy día subsiste el
apellido Carrasquilla solo.
Cinco meses
después del fallecimiento de Ana María, en abril de 1748 falleció Don Sebastián
Carlos Pretel, razón por la que el viudo de la niña expósita, don Mateo de
Rivera Carrasquilla, reclamó para él y sus menores hijos lo que el cura le dejó
a su fallecida esposa Ana María en su testamento redactado antes de que esta muriera.
Declaró Don Mateo lo siguiente: “Que por cuanto yo contraje matrimonio en esta
ciudad en ocho de junio del año de mil setecientos cuarenta y tres según consta
en la Santa Madre Iglesia, con Doña Ana María Jacinta de Enciso, natural de
esta ciudad, y recibí por dote y caudal de mano del señor doctor don Sebastián
Carlos Pretel, presbítero, dignidad de Deán que fue de la Santa Iglesia
Catedral de esta ciudad (y en cuya casa como niña expósita se crió la dicha
difunta)…” y continúa detallando la dote en efectivo recibida ($1.895). A
continuación, lo que el cura incluyó en su testamento y le correspondía a Doña
Ana María Jacinta de Enciso: una casa baja de piedra, madera y tejas, y un
reguero de bienes sobre los que el viudo afirmó “me doy por contento y
entregado a mi voluntad de que otorgo recibo en firma para que en todo tiempo
conste…”
En el expediente
que se encuentra en el Archivo General de la Nación se cuentan numerosos folios
detallando todos los bienes, clasificados en esclavos, joyas, ropa de color,
ropa blanca, ajuar, objetos de plata. Allí se leen zarcillos, cruces, cadenas
de oro, relicarios, pulseras de perlas, hebillas de plata, corpiños, casacas,
colchones, camisones de olán, camas, taburetes de cuero, bustos de santos,
diademas, amén de la casa, esclavos y dinero en efectivo.
El lugar en el que la niña fue expuesta -la casa de habitación del cura-, el nombre y apellido con que fue bautizada, la dote y la herencia que le dejó parecen indicar que mi sexta abuela Ana María Jacinta de Enciso era la
hija del abogado de la Real Audiencia, rector del Colegio Mayor del Rosario y
Deán de la Catedral Doctor Don Sebastián Carlos Pretel y Cid Cuadrado.
FUENTES:
- ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, CO.Civiles(Asuntos)-Bolívar: SC.11
- El Obispado de Cartagena de Indias en el siglo XVIII. Manuel Serrano García. Tesis. Sevilla, 2015.
FUENTES:
- ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, CO.Civiles(Asuntos)-Bolívar: SC.11
- El Obispado de Cartagena de Indias en el siglo XVIII. Manuel Serrano García. Tesis. Sevilla, 2015.
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