Los primos cubanos que tengo "gracias" a Fidel Castro


Luna grande del trópico, alta sobre el palmar,
tú que despierta estabas aquella noche triste,
Luna fija y redonda, tú que todo lo viste,
no te puedes callar, ¡no te puedes callar!
-Nicolás Guillén-

Tengo parientes de origen cubano. Una prima hermana emigró con su padre a los Estados Unidos cuando tanto ella como sus hermanos eran niños. Luego se casó con un cubano y formaron en ese país una linda familia que hace unos años enfrentó la pérdida trágica de uno de sus hijos.

A raíz de la muerte de Fidel Castro, muchos hemos escuchado historias personales tanto de los cubanos que se quedaron en la isla, como de los que se fueron. Esta historia que contaré es de un cubano que se fue. Que tuvo que irse.
  
Leo tenía doce años cuando hizo parte de los más de 14.000 niños y jóvenes cubanos que emigraron entre 1960 y 1962. La llamada Operación Pedro Pan (Peter Pan) consistió en organizar un éxodo clandestino hacia los Estados Unidos de hijos enviados por sus familias para escapar del adoctrinamiento comunista. Unos eran adolescentes pero otros tenían tres, cinco años. Imagínate aterrizar sin tus padres en un aeropuerto extranjero a esa edad, vestido con tus mejores ropas y aferrado a un juguete, sin hablar el idioma. Con la promesa que a muchos no se les cumplió de reunirte con tus padres en pocos días.

La mayoría de los niños fueron a albergues cristianos, a casas de familia que los recibieron momentáneamente y otros, con más suerte, llegaron a casa de sus parientes. Los padres empezaron a llegar días, meses después. Pero los vuelos desde La Habana se suspendieron y hubo familias que solo pudieron reencontrarse mucho más tarde. Algunas, nunca.

Leo sabía que nunca se reuniría con su padre, Argelio Ávila Velázquez, porque este había muerto en las sierras de Holguín en 1958, cuando aún no había caído el régimen del dictador Fulgencio Batista. Días después, las fuerzas revolucionarias avanzarían hasta Santa Clara donde tuvieron una decisiva batalla que les dio la victoria. El capitán Ávila era el jefe del escuadrón No. 81 de la Guardia Rural. Cuentan sus nietas que, debido a su estatura, fue fácilmente alcanzado por los disparos, y aunque llevado con vida al hospital murió en la ambulancia. Para sus descendientes en Estados Unidos no es claro de dónde vino el disparo, si de un soldado revolucionario o del mismo ejército de Batista, que lo traicionó. Los detalles de su muerte han sido transmitidos por la tradición oral en su familia, pero no existen registros que permitan comprobarlos. La única referencia bibliográfica que existe de él es la de un episodio en 1952 cuando Argelio Ávila era teniente. Si es cierto que murió el 28 de diciembre de 1958, no alcanzó a ver que tres días más tarde Fulgencio Batista huiría y el 1 de enero de 1959 Fidel Castro llegaría a La Habana.

La Guardia Rural fue creada en 1898 como un grupo armado en el campo cubano, en medio de la primera ocupación de los Estados Unidos. Los norteamericanos no conocían el país ni hablaban español, así que seleccionaron cubanos que estaban acostumbrados a la población y a las condiciones del terreno. Muchos habían sido incluso parte del Ejército Libertador cubano. Recordemos que el nombre del coctel cubano más famoso en el mundo, el Cuba Libre, es en realidad una ironía. La isla nunca ha sido libre. Cuando muchos países de América Latina ya tenían décadas de independencia de España, Cuba todavía libraba batallas en 1895. En el último enfrentamiento Estados Unidos se unió a la contienda y venció a los españoles, quienes no tuvieron más remedio que cederle al vencedor tanto Cuba, como Puerto Rico y Filipinas. Así que Cuba pasó de ser colonia española a estar ocupada por los norteamericanos. Al comenzar la ocupación militar, Estados Unidos desarmó a toda la población y a su Ejército Libertador, por miedo a que los cubanos se rebelasen contra este nuevo invasor. Es en este contexto que nace Argelio Ávila Velázquez, quien atendió la convocatoria a unirse a esta Guardia Rural que años más tarde combatiría a los revolucionarios.


Así que en este corto relato vemos de nuevo los bucles de la historia. Los norteamericanos ocuparon y manejaron a su antojo Cuba durante toda la primera mitad del siglo XX, y de vuelta les llegó una gran inmigración cubana con la que han tenido que lidiar hasta el día de hoy. Ojalá la isla sea libre y democrática algún día. Quien sabe, a lo mejor le toque verlo a un presidente de los Estados Unidos que descienda directamente de un “Peter Pan”. Esa sí que sería una ironía.

FUENTES:
- Tradición oral familiar.
- Fotos suministradas por Lourdes Ávila Lawrence.
- Frank Pais: Architect of Cuba´s Betrayed Revolution. José Álvarez.

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