Sotanas inquietas

Cura que en la vecindad

Anda con desenvoltura

 ¿para qué lo llaman cura

si es la misma enfermedad?

-Góngora-

Algunas sotanas inquietas de Antioquia. Así tituló Vicente Arango Estrada su obrita sobre “los no escasos frailes y curas…que supieron sacar partido de las masas campesinas hasta para procrear un ejército de espurios retoños ”. 

Si por Antioquia llovía, por la antigua provincia de Cartagena de Indias no escampaba.

Hace poco escribí sobre los herederos de la Hacienda Berástegui, cuyo propietario, José María Berástegui Gómez, la legó a su mujer, con la cual tuvo varios hijos, familia que procreó a pesar de que era cura. Él mismo también era nieto de un cura, Tomás Gómez Barragán. Otro nieto de este último y por consiguiente primo del presbítero José María Berástegui fue José Joaquín Gómez Lacroudache, nacido alrededor de 1795 en Lorica, a quien se le conoce numerosa descendencia con tres mujeres distintas. Hoy en día prácticamente todas las familias cartageneras, monterianas, loriqueras, etc. pueden encontrar una conexión con alguno de estos curas.

Es prácticamente imposible demostrar documentalmente la paternidad de un cura antes del siglo XX. Por eso ahora me referiré a un cura posterior, de mediados del siglo XIX. Estoy hablando del presbítero Manuel José de Lamadrid, primer párroco de El Carmen de Bolívar, donde parece que nació alrededor de 1820. En 1859 ya se encontraba ejerciendo su ministerio, el cual combinaba no solo con su actividad procreadora, sino con la masonería y con los negocios. Ante la Notaría Primera tuvo que asistir a dar cuenta de una hipoteca porque le debía a la firma inglesa Powles & Gower la suma de $400 que recibió en préstamo para negociar tabaco. Curiosamente, se tuvo que entender con el agente de la firma, Juan Cohen, cuyo nieto Guillermo Cohen Cortina se casaría pocos años después con una hija del cura, Vicenta Lamadrid Fernández.

Cuando los hijos de Vicenta Lamadrid Fernández eran bautizados, el propio cura Manuel José de Lamadrid se abstenía de poner el nombre del abuelo materno, es decir, él mismo. Como lo vemos aquí en la anotación del libro de bautismos de Manuel Guillermo Cohen Lamadrid, donde escribe: “abuelos paternos señores Enrique Cohen y Bernardina Cortina, maternos señora María de Jesús Fernández.”

Así pasaba en casi todos los casos. Y eso que el cura Lamadrid les dio el apellido a los hijos, posiblemente pidiéndole a un hermano que los bautizara o sencillamente dejando en blanco la casilla del padre. Por eso, si usted desea comprobar si desciende de un cura, debe contar con la suerte de encontrar en el siglo XX una partida de sus padres, donde se mencione la ascendencia. 

Es lo que podemos ver en 1927, cuando otro hijo del cura, llamado también Manuel José Lamadrid, presentó informaciones para contraer matrimonio en El Carmen de Bolívar con Leonor Castro cuando tenía la avanzada edad de 73 años (había nacido en 1854). Allí anotó que era hijo de Manuel José Lamadrid y María de Jesús Fernández. Era por lo tanto hermano entero de Vicenta.

FUENTES:

Registros eclesiásticos de El Carmen de Bolívar, digitalizados por FamilySearch.