El adulterio de don Antonio Francisco Merlano y Gómez



El 17 de mayo de 1782, el Secretario de Indias firmó el traslado al empleo de teniente veterano de las milicias de infantería de Nueva España a Antonio Francisco Merlano, junto con su familia, que según él mismo relacionó en Cádiz, el 23 de noviembre, estaba conformada por: 

Doña María Antonia Granados, su mujer, de 18 años de edad.

Don Luis Antonio Merlano, su hijo de cuatro años.

Don Josef María Merlano, su hijo de tres años.

Los acompañaba Andrés Domingo, su criado.

En México nació y fue bautizado el tercer hijo, Antonio Luis,  en octubre de 1783, y pronto don Antonio se trasladó a Veracruz, no se sabe si solo o acompañado al principio de su familia, porque doña María Antonia enfermó de ictericia negra y tuvo que devolverse a España con sus tres hijos.

De Veracruz, don Antonio pasó a Cartagena de Indias, primero como encargado y luego nombrado en propiedad por el rey, a desempleñar el cargo de Secretario de Gobierno. No está claro cuándo llegó a la Ciudad Heroica, pero en el expediente de su nombramiento se dice que ya llevaba un encargo de un año, por lo que se presume que estaba allí al menos desde 1786. La fecha coincide con las gestiones que a mediados de ese mismo año comienza en España su mujer, doña María Antonia Granados, para obtener la licencia y los pasajes con destino a Cartagena para ella y sus tres hijos, a fin de reunirse con su marido. Llegó en 1787.

El domingo 8 de febrero de 1789 don Antonio fue arrestado y conducido al Castillo de Bocachica “con centinela en vista y privado de comunicación”. El Gobernador de la ciudad, molesto por no haber sido informado, pidió explicaciones y fue enterado de que el crimen que se le imputaba era el de adulterio, pero que “en el caso de no reclamar parte legítima, es de graduarse de simple cohito” (cuando se cita textualmente, se conservan la ortografía y puntuación originales).

La causa concluyó meses después a favor de Merlano por cuanto se trataba de un delito “antiguo, muerto y olvidado”, es decir, cometido hacía tiempo, “y por no haver havido reincidencia ni pedimento de parte”. Y también por la insistencia del Gobernador y jefe del acusado, Joseph de Carrión, quien abogó por el reo como persona de bien y cumplidor a cabalidad de sus funciones, y exigió para ambos explicaciones por el desaire del arresto y el ocultamiento del mismo.

Escribió el Gobernador Carrión en una de sus comunicaciones al virrey: “Con mi oficio reservado de 29 de junio de este año…dí cuenta a V. E. de la providencia que se tomó contra el secretario de este gobierno, don Antonio Francisco Merlano, y de el desaire echo a mi persona, a mi decoro, y a mi empleo, por que a las formalidades ruidosas de la prisión de aquel, se añadió el de ocultarme la causa, como si yo fuera capaz de disimularla, o dejar impune el menor delito, de este, u otro qualquiera dependiente mío; pero como era tan dévil, tan intempestiba, y tan estudiosamente ideada por los resortes que la movieron, se continuaron los aparatos, y formalidades de un silencio misterioso, para dar a entender sin duda que el secretario de gobierno era algún reo de estado, ladrón, contrabandista, infiel i estafador”. Continuó Carrión diciendo que “la causa de Merlano, es para juzgar una culpa antigua de su vida pasada, y la más común, y disimulable entre los hombres”.

¿De cuándo era esa "culpa antigua de su vida pasada"? ¿quién fue su amante? ¿fue una mexicana? ¿fue una cartagenera? ¿de esa relación hubo descendencia? Aventuremos la hipótesis de que don Antonio, por muy "disimulable y común entre los hombres" que fuera la falta, no la cometió cuando estaba acompañado de su familia. El periodo más probable sería entonces el transcurrido entre finales de 1783, después del nacimiento de su tercer hijo, y principios de 1787 cuando llega nuevamente su familia procedente de España. Si la culpa era antigua, probablemente ocurrió en Veracruz o muy al principio de su llegada a Cartagena.

El apellido Merlano no se encuentra muy extendido en México. En los buscadores genealógicos aparecen muy pocos registros, y de ellos, todavía menos corresponden al siglo XVIII. Aunque no se puede confirmar del todo, creemos que el fundador de este apellido en Colombia y probablemente de los primeros que lo trajo a Indias fue don Antonio Francisco Merlano y Gómez. Hay Merlanos en Argentina y Uruguay, pero son descendientes de inmigrantes italianos. También lo son Merlanos que residen en Norteamérica. E incluso hay Merlanos que se dicen descendientes de alemanes apellidados Merlan.

Fuentes: Pares, Portal de Archivos Españoles
Archivo General de Simancas,SGU,LEG,7054,79
Archivo General de Simancas,SGU,LEG,7063,8
Archivo General de Indias,CONTRATACION,5525,N.8,R.2
Archivo General de Indias,CONTRATACION,5531,N.4,R.38
Registros de FamilySearch.org

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