José María del Real Hidalgo

Cuando no existía internet y, sobretodo, cuando no sabía sacar mucho partido de bibliotecas y archivos históricos, poco fue lo que pude saber de él. Entre los parientes no reuní mucha información. Lo primero fue leer lo que dice la placa que corona el mausoleo que guarda sus restos en el Cementerio de Santa Cruz de Manga:


José María del Real Hidalgo

Nació el 15 de agosto de 1766
Murió el 22 de julio de 1835

Fue uno de los próceres
de la independencia americana,
y por sus grandes cualidades
mereció de su patria repetidos testimonios
de ilimitada confianza,
a que correspondió siempre dignamente
su nombre,
llevado con orgullo por sus descendientes.

Se registra en la historia
como emblema de probidad,
firmeza y patriotismo.

Se trata de un testimonio del amor de sus hijos, como consta al final de la placa, que fue hecha tanto para José María como para su esposa, Luisa: “La piedad filial les consagra este recuerdo de ternura y de dolor”.

Foto de una miniatura en poder de Álvaro Lecompte Luna, uno de sus descendientes
Todas las referencias bibliográficas repiten que nació en Cartagena de Indias en 1767, pero como no disponemos de su partida de bautismo para confirmar el año, nos quedamos con la duda, ya que la placa dice que fue en 1766. En cualquier caso, era entonces el mayor de los cartageneros que, como José María García de Toledo, Juan de Dios Amador, Eusebio María Canabal, José María del Castillo y Rada, José Fernández de Madrid, Manuel Benito Revollo, entre otros, se unirían años después en la causa de la emancipación y declararían la independencia de Cartagena de Indias en 1811.

De su infancia y adolescencia no conocemos nada, pero suponemos que esos primeros años vivió en su ciudad natal, disfrutando del estatus que le concedía pertenecer a una familia de la élite cartagenera. Su padre era el español don Juan del Real y de la Cruz, que tenía el grado de segundo teniente cuando José María nació, pero pronto fue ascendido a primer teniente de la Compañía de Mercaderes según él mismo relata en la solicitud “que expone reverentemente” (Archivo General de Simancas, SGU,LEG,7069,4 que se puede consultar en pares.pares.mcu.es). El padre de José María era, además, dueño de grandes haciendas. La madre era doña Rafaela Josefa Hidalgo y Torres, cartagenera.

Podemos imaginar, entonces, a un José María recibiendo la mejor educación básica y viviendo con sus padres y hermana -Clara- en una ciudad que entonces solo tenía cinco barrios, cuatro de ellos dentro del recinto amurallado y uno -Getsemaní- por fuera. Según el censo que se llevó a cabo en 1777, Cartagena tenía poco más de 13.000 habitantes.


Cuando el joven José María tenía 22 años de edad, presentó informaciones ante el Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, y le fue otorgada la beca el 6 de noviembre de 1789. Hizo parte, pues, de uno de los tres grupos que concurrían a estas aulas, el de los becados, exentos de pagar estadía y estudios, y que debían vivir en la sede del Colegio. Estos becados debían realizar informaciones de nobleza “para probar su calidad”. Aquí comienza la vida pública del futuro Doctor José María del Real Hidalgo. Pero esa es otra historia.

Comentarios

  1. PRIMA TE SIGO CON MUCHO INTERES EN TUS PUBLICACIONES EN EL BLOG, POR FAVOR NO TE DEMORES MUCHO EN LAS PUBLICACIONES. GRACIAS POR DARNOS A CONOCER NUESTROS ANTEPASADOS. FELICITACIONES.

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  2. Querida comadre, ya sabemos de donde traes tanta inteligencia, perspicacia y tolerancia en tu vida. Esos son los razgos que creo identificar en tu honorable antepasado.

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