Un comunista en el árbol genealógico

Debe de tener alrededor de 90 años de edad. Es el único que queda de su generación, no solo porque ya todos los demás nietos y nietas de Luis del Real Carrasquilla y Emilia Merlano Palas fallecieron, sino porque es el último sobreviviente de los eternos y primerísimos militantes del Partido Comunista Colombiano. Estoy hablando de Álvaro Enrique Vásquez del Real. 

Su madre, Emilia del Real Merlano, se casó y se vino después “para el interior”, como decían mis tías. Aunque algunas fuentes dicen que Álvaro nació en Barranquilla. Oía referirse a él en mi casa en voz baja “como el comunista más grande que ha dado Colombia”. Mi papá, que era liberal, se reía a carcajada limpia de esta ironía cuando discutía de política con mi mamá, conservadora como todos los Torres.

Abogado de la Universidad Libre de Bogotá, pronto entró a militar en el partido (antes de 1950) en Ibagué, departamento del Tolima, como él mismo lo cuenta en unas memorias que publicó en 2010. Ha sido asesor de sindicatos -entre ellos la USO-, senador, secretario general del partido, fundador de revistas, escritor. En 2012 se le concedió el título de miembro honorario del partido.

Lo contestatario a lo mejor le viene de su tatarabuelo el prócer José María del Real Hidalgo, uno de los “conspiradores” que se reunían en las noches cartageneras para fraguar el movimiento emancipador y que a la postre fue de los firmantes del Acta de Independencia de Cartagena de Indias.

Y lo de escritor, bueno,  se le notaba desde joven porque ya en 1940 se atrevía a “cometer” sonetos como este que le dedicó a su primo hermano Antonio del Real Torres, publicado en un periódico local de la época.