Investigando gente muerta

Empecé a escribir este blog para que cuando Mr. Alzhaimer me visite o ya no esté, toda la información que he recolectado por tantos años no se pierda y la puedan usar otros. Porque seguro habrá alguien que la necesite. ¿O no les ha pasado que cuando están hablando de su afición por la genealogía y la investigación por los antepasados sale alguien a decir “ah, sí, mi tío abuelo ya hizo eso hace unos años y averiguó toda la 'parentela' del apellido tal”?

Así que muchas veces me pregunto cuántos de mis ancestros tuvieron la misma obsesión que yo y dedicaron horas y horas a aburrir con preguntas a tíos y primos lejanos, a visitar parroquias y cementerios, a buscar documentos antiguos…

¿Adónde se fue todo lo que investigaron? ¿qué fue de aquello que supieron? ¿dónde están los viejos cuadernos de amarillentas hojas en los que anotaron todo? ¿cuántas fotos se fueron a la basura, cuántas partidas sacramentales rescataron y ya no están? ¿cuántos árboles genealógicos dibujaron en algún papel que luego desapareció?

Creo que siempre ha habido más investigación genealógica que publicaciones genealógicas, así que cada generación pierde un montón de información, la que se llevan los que mueren y la que se pierde en investigaciones inacabadas, privadas, inéditas.

Aunque yo no he encontrado mejor razón para dedicarme a la genealogía -investigar gente muerta, como dice una camiseta que compré en un congreso- que hacer amigos entre la gente viva, sí tengo claro que en toda familia cada tanto nace un miembro que se apasiona por esto, alguien que gusta más de las fotos en sepia que de las fotos a color, que prefiere visitar un cementerio antiguo que un centro comercial, que lee los avisos de fallecimiento de los periódicos antes que la sección social, que les pregunta a todos cuál es su apellido materno y el nombre de su abuela, que vive al tanto de los censos, parroquias, mortuorias y sabe qué es un chozno. Sí, alguien que investiga gente muerta.

Por eso escribo este blog. Voy dejando aquí todo lo que tengo, este es mi cuaderno de notas, para que lo use quien que lo necesite. Mi hija, un nieto, un sobrino, no importa, ahora la tecnología dejará esta información por siempre (espero) en el ciberespacio. Incluso la mía.

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Nota: Agradezco a mis pocos lectores su compañía en este primer año del blog, espero que me sigan acompañando en 2015. Les deseo una feliz navidad y un nuevo año lleno de paz y prosperidad.