Porqué soy adicta a la genealogía
Casi todos los genealogistas somos adictos. Y cada uno tiene sus razones. De hecho, por las redes sociales circulan cada tanto artículos en clave de humor unos, y más serios otros, sobre porqué a los que nos gusta la genealogía terminamos obsesionados con ella. Así que yo también me pregunto porqué soy genealogista, porqué soy adicta. Y también quiero escribir en las redes sociales para que mi respuesta quede por ahí, que no se diga que no estoy en la onda. De la genealogía me gustan muchas cosas...satisface mi interés por la lectura histórica, por ejemplo. Si no fuera genealogista, jamás me habría enterado de la existencia de Benkos Biohó, un negro cimarrón por el que una amiga, también adicta, andaba desesperada preguntando. La genealogía me permite rastrear misterios sin aparente respuesta. ¿Cómo es posible que Enrique Martínez sea hijo de Manuela Pérez, si ésta nació cinco años después que aquel? La genealogía da rienda suelta a mi afición por armar rompecabezas. Y